En esta serie:
- El aumento de los costos preocupa a los consumidores, especialmente el alto precio de los alimentos.
- El efecto acumulado de varios años de la pandemia de COVID repercute en la economía mundial.
- Tie Liu, profesor del departamento de ciencias hortícolas de University of Florida Institute of Food and Agricultural Sciences (UF/IFAS), comparte sus consejos para mantener las frutas y vegetales frescos y así minimizar el desperdicio.
Con la inflación que continúa creciendo y las festividades que se asoman a la vuelta de la esquina, mantener los productos frescos es esencial para aprovechar al máximo los viajes al supermercado.
“Aprender a mantener los productos frescos no solo ahorra dinero, sino que nos permite minimizar el desperdicio de alimentos”, explicó Tie Liu, profesor del departamento de ciencias hortícolas de UF/IFAS.
Liu comparte algunas estrategias para mantener frescos las frutas y los vegetales, desde seleccionarlos en el supermercado hasta cómo almacenarlos en casa:
- Inspeccione sus frutas y vegetales. En el supermercado, busque productos que tengan colores brillantes y otros signos visibles de frescura, como hojas crujientes y firmeza. Para todas las frutas y vegetales, revise por todas partes para buscar signos de marchitez, podredumbre o daños.
- Siempre que sea posible prefiera los productos locales. Verifique dónde se cultivó una fruta o verdura. Los productos que viajan largas distancias entre la zona de cultivo y el vendedor están menos frescos que aquellos productos que hayan sido cultivados localmente. Si vive en Florida, la etiqueta “Fresh from Florida” indica que el producto se cultivó dentro del estado.
- ¿Refrigerador o no refrigerador? La mayoría de las verduras se pueden almacenar en el refrigerador por un tiempo, incluidos el brócoli y el ayote o calabaza. Sin embargo, es mejor dejar en el mostrador algunos productos tropicales y subtropicales como los aguacates y las piñas. Otros productos como las fresas y los tomates deberán dejarse fuera del refrigerador hasta que estén completamente maduros.
Los productos que son sensibles al frío pueden decolorarse o magullarse si se almacenan en el refrigerador. Esto puede causar que el producto pierda sabor y se marchite, poniendo en riesgo su frescura.
- Utilice las gavetas de su refrigerador. Utilizar las gavetas del refrigerador es una excelente manera de separar las frutas y las verduras para evitar una maduración prematura. Según Liu, algunas frutas y verduras liberan etileno, una hormona que puede hacer que los productos vecinos se maduren, por lo que conviene almacenar los productos que producen etileno lejos de los productos que son sensibles a esta hormona.
Algunos ejemplos de productos que liberan etileno son las manzanas, los kiwis, los melocotones, los mangos y los tomates. Algunos ejemplos de productos sensibles al etileno incluyen zanahorias, judías verdes o vainicas, pepinos, espinacas, sandías y pimientos o chiles. Es una buena regla general mantener las frutas y las verduras separadas, a menos que desee que se maduren rápidamente.
- Controle la humedad. Para mantener los productos frescos, es importante reducir la mayor cantidad de humedad posible. Cuando los niveles de humedad son altos, los hongos y las bacterias pueden afectar fácilmente los productos. Puede saber si su producto está demasiado húmedo si se arruga o se encoge. El moho también puede ser una señal de que sus productos están demasiado húmedos.
Existen diversas maneras de reducir la humedad. Una de ellas es mediante la separación de los vegetales y frutas en recipientes más pequeños. Los productos también se pueden almacenar en cajas con agujeros para aumentar el flujo de aire. También, se pueden colocar en un recipiente con una toalla de papel para absorber la humedad.
- Planifique con anticipación. La forma más fácil de minimizar el desperdicio de alimentos es planificar lo que va a comer durante la semana y comprar en consecuencia. Limitar las compras también puede reducir el desperdicio de alimentos.
Sin embargo, si ya compró productos agrícolas y se están madurando demasiado rápido para su gusto o necesidad, considere donarlos a un banco de alimentos local. ¡Las donaciones no solo limitan el desperdicio de alimentos, sino que también ayudan a alimentar a alguien que lo necesita!
Para productos demasiado maduros, considere reciclarlos en compost. El compost toma los nutrientes de los productos y los convierte en un fertilizante rico en nutrientes, por lo que nada se desperdicia.
Encuentre más información sobre este y otros temas en nuestra Serie de Ahorros para el Consumidor en español y en inglés.
Traducido al español por Luz Bahder luzdenia@ufl.edu
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ACERCA DE LA CAMPAÑA “COMIDA ES NUESTRO SEGUNDO NOMBRE”
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